La llegada de un bebé es muy importante y debemos preparar un lugar tranquilo para recibirlo. Los primeros meses estará en el dormitorio de los padres, mientras tanto acondicionaremos un lugar tranquilo y cómodo dónde acogerlo. Los colores de las paredes serán en tonos claros o tonos pastel que crean un ambiente cálido y tierno, y podemos adornarlas con figuras decorativas que tanto llaman la atención de los bebés. Las ventanas amplias dejarán entrar luz natural y ventilación. El mobiliario también lo preferimos en tonos claros pudiendo decorarlo con accesorios que den el toque de color.
Entre los muebles imprescindibles en la habitación de un bebé, está obviamente la cuna. Un modelo sencillo o tradicional es lo mejor. Un sillón o silla dónde amamantarlo o acompañarlo resultará muy cómodo. Para tener todo en orden es recomendable una cómoda dónde guardar la ropita y accesorios y si es posible, una bañera que también cumpla la función de cambiador. De esta manera tendrás todo a mano.
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